Ayapata
Ayapata
El distrito peruano de Ayapata es uno de los 10 distritos que conforman la Provincia de Carabaya, ubicada en el Departamento de Puno, perteneciente a la Región Puno, en el sudeste Perú.
Historia
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DISTRITO El nombre de Ayapata parece originarse de dos voces quechua Aya: muerto y Pata: encima, sobre. Así sobre los muertos sería una traducción literal. Existen dos versiones sobre el origen del nombre de Ayapata. La primera es la que origina sus vocablos quechuas, dado que murieron muchas personas y se volvió un cementerio en el que se constituyó la ciudad originariamente y la segunda versión es la de los hermanos Ayar, esta versión de los hermanos Ayar, nos dice que uno de los hermanos Ayar habría estado enamorado de una doncella que vivía en la actual Ayapata, quien al llegar al lugar habría puesto el nombre de Ayarpata. De estas versiones la más cercana es la primera ya que se encontraron restos óseos de humanos en la reconstrucción de la torre de la iglesia San Salvador. Por lo que, esta población llevaría el nombre en memoria de una página histórica trágica en extremo, que debió permanecer bajo la forma de tradiciones, mitos o leyendas o tal vez permanezca. La existencia de Ayapata se remonta a las culturas pre-incaicas. Según el profesor (Adolfo Gonzáles) hay indicios de que la cultura Tiahuanaco se habría extendido con sus dominios hasta esos lugares, esto lo sustenta en la existencia de vocablos aymaras por la zona como; waricunca (pescuezo de vicuña), Waccollo, Chiartita y otros. Las civilizaciones existentes por esta zona se caracterizaban por ser rebeldes, esta civilización bajaba a la parte de abajo a conquistar a los chunchos de la selva, y los chunchos también subían pero no tenían posibilidades de ganar, para estos encuentros tenían dos fortines guerreros una en la parte de abajo conocida como Isicancha que actualmente se encuentra destruido por el pasar de los años y la otra en la parte de arriba conocida como las ruinas de Pitumarca ubicada en un sitio estratégico al lado de un pequeño lago y en la parte de abajo un lago más grande en la cual se encuentra una isla, en este sitio se habría llevado las últimas batallas de resistencia. Esta zona fue habitada por los kallawayas, población que se dedicaba al pastoreo y agricultura, poseían fama de ser grandes curanderos y conocían sobre astrología. Poblaron un extenso territorio de la actual provincia de Carabaya y Sandia en el Perú y parte del norte Boliviano (Lare caja). En el incanato fueron sometidos por el inca Sinchi Roca y formaron parte del Antisuyo que era conformada por trece sub tribus las cuales son: Kanchi, Kana, QollaLupaca, Kollawa, Ubina, Pacaje, Karanka, Charka, Omasuyo, Kallawaya, Uros y Chipayas. Ayapata formaba parte de Kallawaya. Durante la ocupación española, los kallawayas viajaron por el territorio virreinal llevando sus conocimientos y poniendo en servicio sus dotes con la medicina natural sobre la base de yerbas medicinales de la región. Sin embargo la mala pronunciación del quechua (kallawaya) por parte de los españoles quedó como Carabaya. En el virreinato Ayapata fue un sitio bastante transitado, puesto que era el camino forzoso a las zonas auríferas de oro de San gabán, donde habría en abundancia este mineral, incluso llevaron oro de este lugar para pagar el rescate de Atahualpa. Los españoles habrían encontrado una pepa de oro de 24 Quilates, tamaño de la cabeza de un humano de, de la cual fundieron, la cabeza del Rey Carlos V para ser obsequiada al emperador, recibiendo como recompensa de ello un escudo Real que tenía escrito por su majestad: A LA CARABAYA DE LA CORONA REAL. Este símbolo, según los vecinos ayapateños de la época era ostentado junto a otro estandarte negro en las celebraciones religiosas. Ambos desaparecieron en el incendio de la iglesia de San Salvador de Ayapata en 1922. Durante esta época los pobladores no se sometieron fácilmente a los españoles razón por la cual el Rey de España envió el emblema negro signo de muerte para los del lugar además se levantó una piedra hueca (jutk’urumi) donde los españoles azotaban a los lugareños que mostraban signos de rebeldía llegándose incluso a ahorcarlos. No contento con esto los españoles habrían llevado a los pobladores a los lugares de Cusco, y vinieron de allí a la actual comunidad K’anchi de Canchis y a la comunidad de K’ana de Canas, que trajeron en reemplazo a los campesino de dichos lugar a quienes se creía que eran más pacíficos, esto se sustenta en el idioma y el color de la piel de sus habitantes y el nombre actual de estas comunidades. Tupac Amaru II habría visitado en varias ocasiones a esta zona, sembrando así la idea revolucionaria en los lugareños. Cuando Tupac Amaru II fue capturado y luego decapitado por los españoles estos, se habrían acordado de la rebeldía de Ayapata, por lo que llevaron el brazo izquierdo de Tupac Amaru II, el cual lo exhibieron frente a la torre de la Iglesia de San Salvador y junto a la piedra hueca, como una muestra de escarmiento para los lugareños. El distrito de Ayapata fue creado en la época de la independencia, exactamente el 21 de junio de 1825, no señalándose claramente su delimitación territorial como distrito manteniéndose este problema hasta la actualidad. La capital del distrito de Ayapata tiene categoría de pueblo, según Ley Nº 12301 del 3 de mayo de 1955. Sin embargo la celebración de aniversario distrital se lleva a cabo el 02 de mayo, esto por no interferir con la fiesta religiosa de las cruces que lleva cada 3 de mayo.
Etimologia
Parece originarse de dos voces quechuas Aya: muerto y Pata: loma. Así, Loma de los Muertos sería una traducción literal.
La dificultad surge porque, si bien Aya es un vocablo que existe en el quechua local, es más bien de uso excepcional, parece un vocablo recientemente conocido o integrado al quechúa hablado in situ en fecha mucho más reciente que el nombre o de lo que se espera en una población milenaria como es ésta; además, para más dudas, no fue de costumbre local frecuente usar para las toponimias citas poco agradables como: «muertos», la concepción local de este fenómeno vital, le reserva sagrado respeto
Si la etimología es verídica, considerando el último dato, esta población llevaría el nombre en memoria de una página histórica trágica en extremo, que debió permanecer hasta hoy bajo la forma de tradiciones, mitos o leyendas o tal vez permanezca, falta estudiar más este caso.
Por ello, acaso Ayapata podría traducirse fácilmente en el quechua de algunos pueblos del centro del Perú, surge una razonable incógnita que podría dilucidarse tomando en cuenta el Pukina, una lengua extinta que, con seguridad, se habló en la región a la que Apapata pertenece actualmente, la región que fuera habitada por los Kallawayas o Carabayas.
En los últimos tiempos, ya con las construcciones realizadas en este pueblo, se encontraron réstos humanos a un costado de la iglesia, inclusive en la última refacción de la frentera de la iglesia, se hallaron innumerables cráneos, por lo que calculamos que las ejecuciones a los rebeldes de Ayapata se realizaron públicamente en los alrededores de la iglesia, que por cierto en esos tiempos tenía el poder político religioso en la zona. Por tal hecho no es raro que este pueblo lleve el nombre de Ayapata, «encima de los muertos» o «loma de los muertos».