DIABLICOS EN JAYANCA
HISTORIA
Los conquistadores españoles categorizaron como diabólicas a las deidades nativas, algunas fueron interpoladas por los indígenas, en un intento desesperado de preservarlo o de aceptar los nuevos cultos de acuerdo a la lógica religiosa indígena de aceptar al vencedor.
En la colonia, el carácter demoníaco a las creencias nativas fue gradualmente transformándose como puede observarse en el concepto de Supay; en este proceso las nociones cosmológicas constituyen un universo simbólico en el que coexisten estructurada y jerárquicamente la virgen, los diablicos, el cielo, las estrellas y los rostros de los dioses derrotados. En el norte, el diablo o demonio fue llamado PUR CHO POK.
La lucha entre las fuerzas demoníacas nativas y las divinas de la doctrina católica se inicia en el proceso de la conquista, en Lambayeque a mediados del S. XVII ya recorría el Norte, la danza de los diablos bailándose en Piura, Lambayeque. Baltazar Martínez de Compañon, al viajar por estos pasajes, en el S. XVIII, puedo observar la danza de los diablicos. ¿Qué determinó el cambio de nombre: diablo por “diablico“. En este siglo calzaban espuelas en los pies desnudos, su pantalón estaba adornado con lana de carnero que simulaban vellos, cubrían su tórax con camisa manga larga de color rojo adornada con listones de lana y círculos de tela, cubren sus caras con máscaras no indígenas que tienen nariz ancha, arrugas, ojos saltones y tres cachos. ¿ Representa la cara de un hacendado español ¿ vestimenta de los músicos es similar a diferencia que tienen barba (rala) tipo pera y la del diablo mayor es una barba abundante con un solo cuerno; todos marchan provistos de un fuete elaborado de cuero de res; la música de los diablicos es negroide por el tipo de los instrumentos a cuyos compases bailan los danzantes, según lámina de Martínez un diablo tocaba una quijada de burro, otro una caja, y otro una guitarra, suponemos que van cantando y tocando tonadas especiales.
Origen de la Danza de los Diablicos.
Uno de los principales animadores de la danza en Mochumí(1) nos afirma que ésta fue traída de Piura, entre 1750 – 1790 (Siglo XVIII), hoy las diferencias sociales y la desestructuración social de los grupos familiares(2) ha determinado la existencia de versiones diferentes. Desde mediados del S. XVIII la tradición oral recuerda entre los principales directores a don Alejandro Gines Moreno, Dámaso Moreno, Santiago Gines, José Moreno, Federico Barreto, Eleodoro y Eusebio Gines Moreno, entre otros.
Motivo de los danzantes
La Virgen Purísima de Túcume congrega devoción entre los mochumanos, le rinden culto danzando como diablicos o margaritos, la otra imagen que congrega “compromiso” es el Niño Dios de Reyes.
Personas de todas edades y de múltiples oficios conforman la danza, desde el mecánico hasta el dueño de un pequeño fundo, desde el eventual al estudiante todos bailan con el fin que la Virgen le brinde la “gracia” (15) que no le falte trabajo eventual o le permita encontrar una labor estable, le ayude a culminar los estudios secundarios o sanar de alguna dolencia, o es simplemente tradición familiar. Un danzante de 8 años me decía:
“Mi abuelo fue diablico y yo siempre he querido ser, desde hace 2 años salgo”
La estructura de los diablicos.
Los diablicos, así se conoce, al conjunto de la danza, internamente están constituidos por tres espacios, el primero conformado por los diablicos, el segundo por los delegados, regidores o cojuelos y el tercero lo conforma el capataz o diablo mayor este es el único que enfrenta al ángel.
a. Los Diablillos, danzan con la espada a la altura del pecho, agarrando el mango y la punta; se mueven dos pasos para delante y luego retroceden dos pasos, cuando realizan estos movimientos el músico toca una tonada suave llamada la “tonada del diablico“, se acercan sigilosamente tratando de sorprender al ángel, sus saltos son estilizados cayendo en punta y taco; los delegados y el capataz realizan similares movimientos pero en lugar de espada van sosteniendo el “cojuelo“, cuando el capataz reta al ángel, los diablicos o cabecillas imitan sus movimientos, se cogen de las manos, mueven la cintura y el pecho, invitando al ángel a enfrentarlos, hacen el paso“cuatro manos” o “vara” que consiste en juntar las espadas de frente, y hacen movimientos en círculo, luego se toman de las máscaras , realizan una venia como si retaran al ángel; este movimiento lo realizan dos veces, posteriormente continúan con el paso “Cuatro piernas” que consiste en alzar un pie; no pueden sentarse porque es un militar, no debe salirse de las filas, debe estar parado y si quiere salir deben pedir permiso.
b. Los Delegados, Regidores o Cojuelos, corren en los diferentes espacios que ocupan los diablillos, desalojando a las personas que ingresan al espacio destinado a la danza. Al llegar a la rama Tepo, La Virgen es puesta en una capilla. Los diablicos danzan en pareja, el ángel se ubica al costado derecho, de la misma manera la danza de las pallitas; los delegados se cogen de la mano, acercándose danzando ante la Virgen, el errar un paso su compañero lo puede corregir con dos pencazos en el cuerpo, terminado de bailar se cogen las máscaras y se arrodillan, sosteniéndose en el mango de la espada, agradecen a la Virgen el mantenerlos vivos, y le piden una “gracia”, luego continuarán los diablillos que imitan los movimientos de los delegados, ambos grupos marchan en pareja, recorren los espacios de derecha como de izquierda, volviendo a su posición original, se persignan y se retiran; el último en adorar es el capataz, quien danza haciendo gala de gran destreza, simula pelear con un enemigo invisible, se arrodilla, hace la señal de la cruz, pero no se quita la máscara, luego, se alza, y se acerca a la Virgen, le pide una gracia con el compromiso de seguir danzando.
c. El Capataz o Diablo Mayor, baila tratando de acercarse a la Virgen e inquietarla, lleva el látigo sobre su cabeza, sostenido por sus dos manos, mueve la cintura y la cabeza retando al ángel, baila con la espada desvainada y cuando se acerca es que ha aceptado cruzar las espadas, al ser derrotado el capataz realiza un movimiento circular a la derecha y otro a la izquierda. Un antiguo diablico decía que el diablo no grita. Entregada la danza a los diablicos de Tucumé, lo diablicos muchumanos se alejan bromeando, enamorando, y formando grupos, marcharán a casas de la Sra. Agueda Gines quien le proporcionará una lata de chicha y varias fuentes de piqueo, cuenta la Sra. que esta devoción la ha adquirido hace muchos años cuando la Sra. Mariquita venia desde Ferreñafe con la Virgen y nadie le proporcionaba alimentos.