LOS TURCOS
RESEÑA: DANZA LOS TURCOS
Esta danza, como su nombre lo indica, tiene un origen posiblemente lejano en la cultura turquestana y la Turquía Europea, heredada por España y traída por los españoles durante la conquista.
Los nativos peruanos, con su habilidad imitativa y capacidad para la parodia y la sátira, no dejaron pasar la oportunidad de traducir estas habilidades en danzas de este género, creando entre ellas la danza de los Turcos, en clara alusión a los venidos de ese pueblo o a sus expresiones culturales traídas por los conquistadores y manifestadas a lo largo del periodo colonial.
En la danza de los Turcos, se simula una lucha sin sangre con sables, arma blanca similar a las espadas, pero con cierta curvatura y un solo corte, utilizada en esos pueblos. Esta arma es un elemento esencial de la coreografía, complementada con trajes que se asemejan a los que usaban los guerreros turcos de esa época.
Esta danza, «creada» por los nativos de Puno, tiene su origen tanto en el sector quechua como en el aymara, circunscribiéndose en los distritos aymara de Conima y quechua de Taraco, pertenecientes a la Provincia de Huancané.
La coreografía de esta danza consta de tres momentos: primero, una especie de marcha con desplazamientos rítmicos en columnas y filas que simulan la preparación de los contendientes para la lucha. Segundo, una serie de movimientos y fintas blandiendo los sables con ataques y contrataques en un alarde de agilidad y precisión. Por último, el tercer momento: un remate alegre y movido en señal de la celebración final de la ardorosa lucha de los dos grupos de adversarios, que pactan la paz danzando alegremente.
La música se adapta a cada momento de la danza: marcial para la primera parte, de preparación para la lucha; de ritmo enérgico y combativo para la segunda, durante la «batalla»; y festiva y exultante para la última parte, simbolizando la tregua en la lucha y el acuerdo entre los adversarios.
Los instrumentos musicales originarios empleados para acompañar esta danza son las quenas autóctonas (aerófonas) y los ideófonos como el tambor y el bombo.