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Santuario del Señor de Locumba

Considerado como un santuario en honor al santo que la población venera, este distrito peruano es uno de los 3 distritos de la provincia de Jorge Basadre ubicado a 80 km al noroeste de la ciudad de Tacna. Este santuario fue edificado gracias a las donaciones de los devotos del Señor de Locumba. En el interior del templo se aprecia una nave central de bóveda de medio cañón, donde destaca la imagen de Cristo en una cruz revestida en plata.

Sin duda alguna, la festividad del «Señor de Locumba» es una de las celebraciones religiosas más concurridas en el sur del país. Fieles, desde todas partes del Perú y del mundo, llegan hasta este santuario con estampitas, rosarios, cuadros, entre otros objetos; y hacen grandes colas para poder entrar al templo. Por su parte, algunos danzarines religiosos ofrecen a Dios su danza como oración.

El mismo ambiente del pueblo de Locumba favorece la oración e invita a un encuentro con el Señor de la vida, pues todas las personas tienen la oportunidad de expresar su fe. Si quieres acercarte más a Dios, visita este distrito de Locumba y vive una de las mejores experiencias religiosas que jamás podrás imaginar.

Historia

Su origen se remonta a 1776. En la hacienda ´´Los Pinos´´, , aparecieron –según la tradición- dos mulas blancas cargadas con cajas, en las que se hallaron dos imágenes talladas en madera, con la inscripción ´´Valle de Locumba´´, y otra que decía ´´Para el pueblo de Sama´´.

En el siglo XVIII en el soleado valle de Locumba aparece un 14 de Septiembre un mulo blanco, según cuentan los antiguos del lugar, que llevaba sobre su lomo dos cajas – una grande y otra pequeña – que contenía dos imágenes de Cristo crucificado en las cuales se indicaba que la caja grande era para Sama y la pequeña para Locumba. Los moradores buscaron al arriero y al dueño del mulo pero no los encontraron, el mulo había llegado con paso ágil parándose bajo las sombras de una palmera y se acercaron a él. Los moradores vieron las cajas, las abrieron, y al darse cuenta que era más grande que la otra decidieron quedarse con esta.

Cargaron al mulo con la pequeña caja e intentaron arriarlo tratando de llevar esa caja a Sama, pero el mulo caía en tierra como agobiado por el peso y por más intento que se hizo no consiguieron mover al mulo. Finalmente el pueblo se decidió quedarse con la caja pequeña que contenía el Cristo crucificado y enviar al grande a Sama. Se cambió de cajas al mulo y este comenzó nuevamente a paso ágil su camino hacia Sama hasta que ya no se le vio.

Fue así como el Cristo pequeño quiso quedarse en Locumba, para ser venerado en el Santuario donde el Señor quiere derramar sus gracias, y el Cristo grande se quedó en Sama ¿Por qué? – Nos preguntamos – Así lo quiso el Señor, para que se haga su voluntad de quedarse en Locumba y bendecir a toda persona que con fe sincera se acerca a Él a pedirle algo.

Posteriormente, en el pequeño pueblo que de ahí existe, el Señor comenzó a derramar su Gracia y así el pueblo lo consagró a Cristo crucificado como patrón, el 13 de mayo de 1784.

El templo donde está el Señor se destruyó totalmente por las lluvias, pero a la imagen del Señor no le pasó nada.

El primer Obispo de Tacna Mons. Carlos Masías, forma un comité para la construcción de un nuevo templo y luego Mons. Alfonso Zaplana, el segundo Obispo de la Diócesis construye el templo que hoy cobija al Señor de Locumba y que acoge a tantos peregrinos que van en búsqueda de la Gracias del Señor. Esto hace que todos los años y especialmente en el mes de Septiembre (para el día 14) la aglomeración de peregrinos se haya convertido en una tradición religiosa que comprende: la práctica del sacramento de la reconciliación, la celebración de la Eucaristía, el participar de la procesión, el llevar agua bendita y alguna imagen del Señor de Locumba, el pedir una bendición para la familia.