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Provincia Celendín

Historia

La historia moderna de Celendín empieza con la fundación política de la ciudad, el 19 de diciembre de 1802, gracias a los esfuerzos previos del obispo de Trujillo Baltazar Jaime Martínez de Compañón y Bujanda, quien empujó el proceso de compra de una hacienda por sus arrendatarios, lo que culminó con el surgimiento de la actual población en una hermosa planicie al nororiente de Cajamarca.

La ciudad fue levantada sobre un trazado «a cordel» del ingeniero José Comesana, quien planificó calles rectas y manzanas de 80 varas por lado, lo que dio como resultado una ciudad hermosa y serena, de calles impecablemente regulares, el famoso damero o tablero de ajedrez al que Celendín ha sido tantas veces comparado.

Es un misterio el origen de muchos de los fundadores del pueblo. Se sospecha, por los apellidos y rasgos culturales, que en algunos casos se trataba de descendientes de familias galaico-portuguesas, tal vez de raíz judía o judío conversa. Durante la época colonial, desde fines del siglo XVII y a lo largo del siglo XVIII, muchos judíos sefarditas que habían sido expulsados de España pasaron a América, ya sea por su cuenta o por cuenta de Holanda, que tenía planes de colonización en América del Sur e intentaba apoderarse de Brasil, empresa que fracasó. Según una teoría en torno a lo orígenes étnicos y culturales de Celendín, un grupo de judíos portugueses llegó hasta la zona en el siglo XVIII, se enamoró de la región y decidió quedarse.

Platos tipicos

Celendín es un pueblo eminentemente agropecuario, conocido por sus expertos artesanos que se dedican a la elaboración de sombreros de paja toquilla, símbolo de la región, así como su excelente comida.

Para comenzar el día con un sabroso desayuno, nada mejor que una taza de leche fresca y saludable, acompañada de panecillos de maíz o guanacos y por supuesto el infaltable queso de la zona. Otra opción de bebida caliente es el chocolate celendino, según los conocedores uno de los más exquisitos del Perú.

Para quienes desean recuperar fuerzas y prepararse para un día de full turismo, un consistente caldo de mondongo, un caldo verde o también puede ser un delicioso caldo de gallina, queda perfecto.

  • cuy con papas   chicha de jora    chicharon
  • Cuy con papas   Chicha de Jora   Chicharrones
  • chocolate           sopa de trigo     miel con quesillo
  • Chocolate           Sopa de Trigo    Quesillo con Miel

Luego hay que prepararse para disfrutar del menú del día. De entrada pueden ser unas humitas frescas preparadas con maíz tierno, de plato fuerte un picante de papa con cuy frito, chicharrones con mote o con cancha, y una sopa de chochoca con cascarón reventado, o también una sopa de carnaval.

Como postre la opción es variada: puede ser un dulce de higos, dulce de berenjena, dulce de aguaimanto, dulce de durazno, mermelada de mora, compota de sauco, dulce de ocas, quesillo con miel de caña, y para aplacar la sed la insuperable chicha de jora o el macerado de sauco.

Pero la carta gastronómica es mucho más amplia: sopa de pan (legítima pizza celendina), fruta verde (plato en base a plátano verde), sopa de chibchelocro, verde (una sopa en base a hierbas aromáticas como chamuca, perejil, hierba buena, paico, otros, con papas, quesillo y huevos), mote puspo, revuelto de mote con chicharrones, frito (papa revuelta con chicharrón), etc. ¡Buen provecho!

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